02 septiembre 2008

Una tarde de Enero

Nos encontramos una tarde de Enero, sí, era una linda tarde de Enero. Al vernos nos atrajimos inmediatamente, debe haber sido por nuestra soledad, aunque había otras semejanzas. Semejanzas que nos unían y diferencias que nos separaban, o quién sabe si fue al revés.
Colgábamos, teníamos entramado, conteníamos a las personas que se nos acercaban, eso, esas eran nuestras semejanzas. Éramos una, al entregarse y contener. No sé si así fuiste con otras, yo no, no creo haber actuado de esa manera.
Dormimos, pasaron los minutos, las horas, nos acompañaba el silencio y la soledad, tan ansiada una, tan temida la otra. Nos encontramos, semejanzas que nos unían, diferencias que nos separaban, o, era al revés?
Al despertar nos volvimos a descubrir, a diferenciar, pero no sé si sabíamos quién era quién, me fui, te quedaste, no podías seguirme. Espero volver a encontrarte, allí (o aquí), en la Isla (o en otro lugar), entramada, resistente, esperando contener y dar paz a alguien, como yo.
Espero que nos encontremos, una tarde de Enero.

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