29 agosto 2010

Una tarde

Hace frío. El sol calienta. No puede salir. Sus piernas han decidido no moverse, han decidido quedarse cruzadas en señal de protesta. No quieren que nadie entre, por eso han decidido no moverse. Están cansadas de que las hagan caminar siempre por el camino de la búsqueda, les gustaría ir por el camino del encuentro; pero ellas no conocen por dónde es, y parece que ella tampoco.
Hoy hace frío. El sol calienta. Sería lindo salir a moverse, pero algo dentro suyo hace que sus piernas no se estiren, y ellas eligen por sí solas quedarse cruzadas.
Se hará oscuro el día, dando la bienvenida a la noche, será mañana, y ella pensará ¿por qué no pude moverlas para salir a caminar? Sentirá que por miedo a no encontrar, sentirá que por miedo a encontrar.

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